La importancia de la educación en los niños
Los niños cuando llegan al mundo son lienzos en blanco y se convertirán en una persona u otra dependiendo de la educación que haya recibido y del entorno en el que crezca. Ellos pueden absorber mucha información cuando son pequeños, el amor incondicional y el cariño no pueden faltar les para su buen desarrollo, pero a medida que crecen y se van desarrollando, es necesario centrarse en la educación.
Los niños en una misma clase de la escuela y con un mismo maestro enseñando las mismas cosas para todos, ellos aprenderán y recogerán la información de diferentes formas. Cada niño es único y tiene su propia idiosincrasia, dependiendo de las capacidades que tenga y de cómo ha sido educado en casa podrá absorber más o menos los conocimientos que el maestro intenta enseñarle.
Es muy importante que los padres tengan en cuenta la educación de sus hijos, ya que el deber de los padres y las madres no sólo consiste en alimentar, vestir y darles un techo a los hijos… consiste en educarles para que estén preparados para cualquier adversidad que puedan encontrarse por el camino. Además, el padre y la madre deberán ser figuras que no puedan fallarse, es decir, que estén al lado de os hijos para darles su amor y comprensión cada día, sin importar las circunstancias. Los padres deberán implicarse en la educación de sus hijos desde que son bien pequeños y desde muchos ángulos diferentes para que pueda tener un impacto positivo a medida que van creciendo.
Cuando los niños son pequeños necesitarán empezar a entender instrucciones y órdenes de parte de sus padres, pero para que sean adecuadas deberán ser frases cortas y simples. Asimismo, cuando se les deba explicar a los niños cualquier aspecto, las explicaciones simples serán las más efectivas para que se den cuenta que pueden entender lo que se les dice, algo muy importante para potenciar la escucha y la comprensión en el futuro.
Por ejemplo, cuando estés en el campo en primavera puedes hablarle sobre las flores y sus colores y anticiparlo que en la escuela hablarán sobre eso también. Así con esta anticipación querrá aprender más sobre un tema que le resulta interesante y estarás inculcando una buena base para que aprecie la educación diaria, tanto en casa como en la escuela.
Involucrarse en la escuela desde el primer momento
Una vez que los niños están en la escuela y pasan a la escuela primaria, es imprescindible que vean en tu actitud una buena predisposición para cualquier cosa que se pida desde allí. Los niños pasan gran parte del día en la escuela y se convierte en un lugar de referencia para ellos, por lo que es muy importante que te involucres al máximo en el día a día dentro de la escuela.
También resulta fundamental que los niños vean en sus padres una buena relación con sus maestros, porque si los padres respetan a los profesionales, los niños lo harán también. Es posible que a lo largo de la escolarización de tus hijos te encuentres con algún profesional con el que discrepes en opiniones, cuando esto sucede, la mejor solución es hablar desde la calma y el respeto para llegar a acuerdos. Pero en ningún caso será admisible que desvalorices la figura del profesional o que le insultes, porque entonces estarás dejando la puerta abierta para que tu hijo haga exactamente lo mismo.
Además, será muy importante que cada día cuando tu hijo llegue de la escuela le preguntes cómo ha ido, qué ha hecho y cómo se siente. Y por supuesto, si necesita que le ayudes con las tareas académicas deberás estar a su lado para que se sienta apoyado y respaldado. Y recuerda, que es imprescindible tu apoyo y comprensión para valorar más el esfuerzo que el resultado.
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